viernes, 18 de diciembre de 2009

Leyes, opiniones, realidades...

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Desde hace un tiempo, con todo lo que tiene España encima (crisis, paro, etc), se ven noticias en los telediarios y prensa, que versan sobre el aborto. No voy a dar mi opinión personal, sino que mi indignación es sobre otra cosa. La noticia de hace pocos días es la siguiente:

MADRID - . ( AGENCIALAVOZ.COM ) La Iglesia católica española planteó el viernes que el aborto sea tipificado como delito, mientras que el gobierno recordó a los obispos que tienen derecho a opinar, pero no a legislar.

Y yo, después de ver la ley esa, de leer lo que plantea la iglesia católica (todo con minúsculas a conciencia), y de ver la realidad de nuestro país, me atrevo a decir:

- La mujer lucha por derechos, para luego, ejercerlos o no, pero al menos para tener las mismas oportunidades que el resto de la población.
- La iglesia, si quiere, que lo plantee como delito, que excomulgue o prohíba dar la comunión a quien apruebe estas leyes, pero para mí, eso es extorsión, chantaje o como se le quiera llamar.
- Por último, la realidad, a mi manera de ver... SI ABORTAR ES DELITO, ¿no deberíamos, todas las mujeres de España y fuera de ella, denunciar a la Iglesia Católica (ahora sí con mayúsculas) por apología del machismo, por discriminación hacia la mujer, y por chantaje? No sé, me pregunto yo, que si por abortar dentro de los términos de la legalidad (que no digo que esté bien o mal) soy una delincuente, esto... ¿no es pues la iglesia machista?

Hace días también veíamos seminarios vacíos (le echan la culpa al gobierno, quizá es que dios, ese que hacía las llamadas, esté sin saldo o fuera de cobertura), incluso, este septiembre, acudí al bautizo de una hija de un primo (compromisos que tiene una con la familia) y la bautizó un señor, que está casado, trabaja en una farmacia, y que no es cura; sólo, porque hay escasez de los mismos, pero... ¿cuántas monjas hay que tienen estudios, preparación, dedicación, votos, etc... para poder impartir sacramentos como el bautismo? A mi parecer, muchas. Y sinceramente, ya va siendo hora que las mujeres puedan hacer lo mismo que los hombres, sea en la iglesia, en un partido de fútbol, en un bar, en la cama, en el trabajo o donde queramos.