Te echo de menos

Amistad... Esta palabra para mí significa muchas cosas.
Llevo todo el verano intentando contactar con una amiga, que más que una amiga es como mi hermana. Y bueno, hoy, su marido me ha confirmado que no me quiere coger el teléfono porque no está pasándolo muy bien...

- Pero para eso estamos las amigas.
- Ya, pero no se lo tengas en cuenta.

[...] Silencio por mi parte mientras me trago un nudo "gordo" que se me ha formado en la garganta.

Cómo se puede tener problemas y no querer hablar con tu amiga, aunque no sea de eso, que sea de tonterías, del tiempo, de trabajo, de familia, del verano...

Por eso, te diría: Te echo de menos. Mucho, pero ahora tengo sentimientos encontrados, parte de preocupación, y parte de sentir cómo me haces el vacío, luz de gas, y que eso puede llegar a romper una amistad de décadas.

Quisiera

Quisiera acariciar tu cuerpo desnudo,
inventando caricias nuevas,
de espuma,
con las que reconquistar tu piel de mar.

Quisiera que tus dedos se enredaran
entre mis rizos y que nunca te soltaras.

Quisiera besar tu boca, con un beso
que me cuente realmente tus anhelos,
tus miedos, tus porqués y todos tus silencios.

Quisiera poder hacerte feliz, y que sólo existiera
el tiempo para amarnos y sentirnos bien.

Quisiera que el el tiempo se paralizara en tu sonrisa,
para poder tenerla siempre presente, y poder
responderla con la mía.

Quisiera poder hacer realidad todos tus sueños,
y hacer desaparecer las pesadillas,
ser un faro en medio de la tempestad,
como tú eres mi faro, mi guía, mi camino...

Quisiera no sentirme tan mal.
Quisiera que se terminara las discusiones tontas,
los reproches, las amenazas, mis gritos,
las palabras hirientes,
y fundirme con la música que hacen
nuestros cuerpos cuando se aman,
de nuestros labios cuando chocan,
de nuestras miradas cuando nos sorprendemos
en medio de la noche mirándonos a oscuras...

Quisiera, sólo, poder hacerte feliz.

Intimidad

Creo que cada vez soy más celosa de mi intimidad, aunque mi mujer diga que soy una bocazas que cuento toda mi vida.

Este caso es el facebook. Pedí a mis amistades que no publicaran ninguna foto de mi boda, y ahora, una de mis mejores amigas ha publicado unas cuantas. Salimos el grupo de amig@s entero, son hermosas fotos, y sé que le va a molestar que le diga que las retire, pero sinceramente, tampoco tenía derecho a publicarlas. De hecho, a mi cuñado le pedí que quitara de su blog una que puso. Y ahora, ¿qué?, ¿cómo lo digo para no molestar a mi amiga y para reservar mi derecho a la intimidad? Sé qué me va a contestar: que no es malo, que o dentro o fuera del armario...

Por otro lado, últimamente estoy pensando en publicar alguna que otra foto y darle caña al "facebook". No sé, no me termina de gustar la idea, por muchas restricciones que pongas de privacidad, siempre se puede ver comentarios y fotos, que en malas manos pueden hacer mucho daño, y no quiero. Porque igual que la gente no va con un cartel diciendo: "Soy hetero", yo no quiero uno que diga "Soy lesbiana". Como siempre digo, una cosa es salir del armario, y otra diferente que te saquen a empujones en foros donde no tiene por qué. Como dice una canción que me encanta de Amaral, "Pero yo soy la que decido cuando salto y con quien me rio, y si lloro yo decido a quien le muestro mis lágrimas", y sí, yo decido a quién le digo que soy feliz con mi mujer, con mi vida, con mi sexualidad, con todo...

La semana que viene tengo de nuevo vacaciones. Han sido extrañas este año. Prácticamente he trabajado una semana y "descansado" otra. Aunque éstas son las que realmente pienso descansar. Supongo que ya iré cogiendo los puentes que tienen que llegar, y luego, en diciembre. En fin, sigue siendo un verano extraño para mí, raro, pero que atesoro entre mis recuerdos, en mi corazón.

Hasta dentro de un semana... Disfruten y no olviden el protector solar, quitarse el bikini, bañarse semidesnudas, comer cosas prohibidas (ya vendrá época de dietas en septiembre), de hacer mucho el amor (en todas partes), de ver las Perséidas (en la playa si puedo, os lo aseguro), de terminar los libros pendientes... en definitiva, de hacer un reset al disco duro de mi cabeza.