Hoy ha sido un día extraño. Un día de esos para enmarcar en el calendario con bonitos colores. Y también, para guardarlos en la cabeza, supongo que para bien y para pensar en qué habrías cambiado.
Empezaremos, por donde todo empieza, por el principio. Desde las 7 de la mañana en mi calle se escuchaban ruidos de un camión de obras y voces de obreros. He apagado el despertador dos veces. Mi mujer, pues hoy yo no iba a la oficina, sino que tenía "excursión laboral", me ha dejado en la bifurcación, ella para su trabajo, y yo, andando, mientras hablaba por teléfono con mi compañera de curro.
Compi: "Te recojo en la rotonda que tira para..."
Yo: "Vale, ahí te espero"
Así, he llegado al sitio, y me he puesto de espalda a la carretera, mirando el mar y un puente por donde tenía que llegar mi compi. De repente, he escuchado detrás de mí gritar mi nombre. Lo típico, piensas que es tu compi y te giras. Y sorpresa, al otro lado del paso de peatones, parado, un taxi, y una persona de desde dentro, con una sonrisa de oreja a oreja, me hablaba, y yo, no entendía nada.
Era mi ex. Una persona que me hizo mucho daño. Nunca he hablado mal de ella ni le he deseado que le pasara nada malo. Sólo le pedí, cuando me dejó tirada como un klinex usado, que dejara de llamarme. Que hiciera su vida, pues por eso me había dejado, para hacer su vida con otra persona con la que ya la hacía, mientras estaba conmigo. Y así, ha sido desde hace más de 5 años. He sabido por otras personas que ha preguntado por mí, que ha dicho en público que cometió un error conmigo (aunque seguía con la persona por la que me dejó), etc...
Hace más de 5 años que no nos veíamos. Hace más de 3 años que dejaron de contarme lo que iba diciendo de mí (eso sí, me puteó pero hablaba maravillas de mí). Así, que cuando me he girado y la he reconocido, se me han venido muchas cosas a la cabeza.
Cuando terminas una relaciónd de varios años, lo sé no sólo por mí, sino por mis amistades, temes a encontrarte por la calle con tu ex. Según se haya acabado hay unas reacciones u otras. La mía, no me la esperaba. Concluyendo, que la del taxi era mi ex, y he cruzado de acera para acercarme. Ha bajado la ventanilla del taxi:
EX: "Hola"
YO: "Hola, ¿qué tal estás?"
EX: "Bien. NO IMAGINAS LAS GANAS QUE TENÍA DE VERTE (haciendo ademán de bajarse del taxi), 1 BESITO, ¿NO? (abriendo la puerta ya...)
YO: "NO, no creo que sea lo más apropiado. Me alegro de haberte visto, espero que todo te siga yendo bien, adiós".
EX: "Ah!" (metiéndose en el coche de nuevo, petrificada por mi respuesta, y con la sonrisa borrada de la cara, labios, ojos...)
He cruzado y al par de minutos ha aparecido mi compi con el coche, me he montado, con las piernas temblorosas.
He escrito un mensaje a mi mujer, que es una brujilla (eso lo explico más adelante).
Y es que muchas veces había pensado en qué pasaría cuando nos cruzáramos. Pero sinceramente, creo que estaba fuera de lugar lo del besito con las ganas de verme. Quizá de otra forma, un encuentro en otro sitio, hubiera reaccionado diferente. Luego, pensando en lo petrificada que se ha quedado, me ha dado un poco de remordimiento, porque sinceramente, me da igual su vida. De hecho, hace unos días (aquí viene lo de la brujilla de mi mujer), hablando con mi mujer, me decía que el daño que me hizo mi ex afectaba a nuestra relación. Que si alguna vez se la cruzara... No sé.
Creo que el beso hubiera estado fuera de luegar de todas maneras, tanto por respeto a mí misma, como a la persona con la que comparto mi vida. Porque hay formas y formas de romper una relación, y luego, de mantener o no la amistad, el contacto... Pero sinceramente, después de 5 años, con lo feliz que soy ahora, no tiene sentido. Así que lo siento por ella. Sé, si aún le queda algo de la persona de la que un día me enamoré, que en estos días le dará vueltas a la cabeza a mi actuación, pero qué quieres que te diga:
- Siembra viento y recogerás tempestades,
- La venganza es un plato que se sirve en frío (helado en este caso, pero no lo he hecho por venganza ni mucho menos),
- Una historia siempre tiene dos finales, el tuyo y el mío...
Pero bueno, el día ha seguido su curso, raro desde el alba, y luego, una noticia: voy a ser tita, por primera vez, de mi una de mis 2 mejores amigas, de las que considero como hermanas. De esa amiga que llevaba meses sin levantar cabeza y que había dejado de hablar conmigo porque se encontraba mal... Embarazada... tendré que pasarme más por su ciudad para verla.
Y ahora, podéis descansar después de leer este cacho post, que aún no sé cómo titular... Gracias, aunque creo que sois poc@s lectores.
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